Tratar el bruxismo con la fisioterapia en 2024

El bruxismo: causas, síntomas y remedios

A menudo se asocia la palabra férula al trastorno llamado bruxismo. Pero ¿de verdad es la única solución? Cuáles son las reales causas del bruxismo, y cómo puede ayudarte tu fisioterapeuta?

Qué es el bruxismo?

En el imaginario común, si pensamos al bruxismo inmediatamente asociamos las ideas de apriete de los dientes, rechinamiento, desgaste dental y dolor mandibular. La misma RAE a la voz “bruxismo” pone: “Rechinamiento de dientes involuntario que se produce especialmente durante el sueño.”

Sin embargo, entre el 2013 y el 2018 se hizo una revisión del problema en sus aspectos claves. La nueva definición es: “el bruxismo es una actividad repetitiva de los músculos de la mandíbula que se caracteriza por apretar o rechinar los dientes y/o por el refuerzo o empuje de la mandíbula (sin contacto dental).” En otras palabras: no hace falta rechinar los dientes para sufrir de bruxismo, porque su característica fundamental es el estrés en los músculos, no en los dientes.

Se añade también otro factor hasta entonces no considerado. De hecho, hay dos tipos de bruxismo:

• bruxismo del sueño (la manifestación de cuando una persona está dormida);
• bruxismo de vigilia (indicado como bruxismo despierto).

Además, se añade otro aspecto muy interesante: a veces hay individuos sanos que bruxan, pero sin conllevar ningún tipo de patología o trastorno, sólo como actividad inofensiva.

Qué es la articulación temporomandibular?

La articulación temporomandibular (ATM) conecta la mandíbula al cráneo, y es fundamental para la masticación y para hablar. En realidad, son dos articulaciones – una a cada lado de la cabeza – que funcionan al mismo tiempo. Sus movimientos no son solo los de abrir y cerrar la boca, sino también de movimiento hacia adelante y atrás (protrusión y retrusión), y de un lado a otro (diducción).

Los músculos que proporcionan el movimiento (y los qué también están implicados en el bruxismo) conectan la mandíbula con el hueso temporal. La sobrecarga y las contracturas de estos músculos por la actividad del bruxismo son los elementos qué causan los síntomas y los trastornos de la ATM.

Bruxismo: los síntomas

Los síntomas musculoesqueléticos más comunes del bruxismo se reflejan en los sistemas de músculos, huesos y tejidos que se encuentran alrededor de la articulación:

• sobrecarga y tensión muscular
• sensación de oido tapado
• dolores al oido
• dolor de cabeza (no solamente en la zona temporal)
• dolores y sensibilidad en los dientes (con alimentos fríos, calientes o dulces)
• dificultad o imposibilidad de dormir
• ruidos y crujidos al abrir y cerrar la boca
• bloqueo de la mandíbula

Encontramos a menudo síntomas en los dientes como desgaste dental, dolor, periodontitis (dolor e inflamación de las estructuras adyacentes, como las encías).

Como estos síntomas afectan mucho la boca y los dientes, la opinión general es que la solución ideal del bruxismo es llevar una férula. Sin embargo, aunque en algunos casos es útil como protección de los dientes, no es una cura: los músculos seguirán siendo afectados.

El diagnóstico

La mayoría de las personas descubre su bruxismo por acudir a un profesional sanitario por dolor a los dientes, al cuello, a la cabeza o al oído. A veces alguien a su alrededor le ha advertido de que rechina o aprieta los dientes durante el sueño.

Las pruebas médicas se hacen con una exploración clínica, cuando el fisioterapeuta u otro profesional sanitario especializado comprueba la presencia de disfunciones bruxistas con una serie de valoraciones y pruebas físicas y/o con instrumentos (como las electromiografías) .

Las causas

Las causas pueden ser muchas y complicadas.

El mecanismo por el cual se activa la musculatura masticatoria cuando no hace falta, está conectado a una alteración del sistema nervioso simpático, que es lo que regula de forma involuntaria algunas acciones, incluso la contracción de algunos músculos. Esta alteración puede ser causada por alteraciones genéticas, factores psicosociales (debidos al carácter y al entorno de la persona), medicaciones, otras patologías y enfermedades que puedas tener. 

Los medicamentos

Hay unos medicamentos bruxógenos (que pueden provocar esta patología), como algunos anticonvulsivos, fenetilaminas y antidepresivos. Por esta razón es fundamental acudir al profesional sanitario con el listado de los medicamentos que estés tomando, para poder tener el cuadro completo y relacionar el trastorno a las causas correctas.

Otras patologías

Además, hay una serie de otras patologías y enfermedades que desarrollan con facilidad el bruxismo:

• roncopatia
• apnea obstructiva del sueno (AOS)
• ERGE (enfermedad de reflujo gastro-esofageo)
• estrés

No se ha evidenciado científicamente una relación entre la maloclusión dental (el cierre incorrecto de la boca) y el bruxismo. 

El profesional sanitario te ayudará a reconocer y encontrar dichas causas, y a escoger la mejor estrategia para solucionar el problema en su origen.

Otras causas

El consumo de alcohol, nicotina, y de algunas drogas también está asociado a una mayor actividad bruxógena.

Las consecuencias

El bruxismo afecta a la calidad de nuestra vida diaria, siendo eso un problema muy molesto y a veces doloroso. Esto hace nuestras tareas laborales y diarias más complicadas y difíciles. Más allá de las consecuencias físicas, este trastorno tiene consecuencias psicológicas, como ansiedad, frustración y problemas con el sueño. Las bajas laborales debidas a trastornos musculoesqueléticos  son un problema económico y social muy importante, aunque esta noticia no se encuentre mucho en los periódicos. De hecho el bruxismo afecta a muchísimas personas, y es un trastorno muy común.

Es la férula la solución al bruxismo?

«Bruxismo» y «férula» son palabras que suelen estar juntas en la misma frase. Pero ¿qué es la férula?

La férula – a menudo llamada «férula de descarga» – es una protección dental de resina o plástico que se utiliza para proteger los dientes de la acción de apretar o de rechinar. Es una buena solución para evitar que el bruxismo tenga consecuencias malas en nuestra dentición, pero no soluciona el bruxismo y sus causas.

Otro tratamiento qué a veces se encuentra es el utilizo del botox para inhibir el movimiento de los músculos de la masticación para que no aprieten tanto. Sin embargo, es una técnica con cierto riesgo y que al final perjudica los músculos adyacentes que deben trabajar doble, al tener uno o más músculos “dormidos” Y, como pasa con la férula, no soluciona el problema en su raíz.

Porque acudir al fisioterapeuta

Los tratamientos para el bruxismo en fisioterapia incluyen:

• evaluación de la historia clínica del paciente y de sus condiciones previas
• examen de los hábitos y factores del entorno para averiguar la causa del bruxismo
• trabajo en equipo multidisciplinar (dentista, médico, psicólogo, nutricionista etc) para eliminar el problema de la raíz
• tratamientos manuales descontracturantes, para relajar los músculos y movilizar las articulaciones
• ejercicios terapéuticos para dar más fuerza, control y movilidad a nuestra mandíbula. Los estudios científicos confirman que este es el tratamiento mejor y más eficaz a largo plazo para solucionar problemas secundarios derivados del bruxismo. 

Desafortunadamente, no hay un tratamiento manual y ejercicios iguales para todos los que sufren de este trastorno. El fisio deberá escoger el camino terapéutico mejor y más efectivo para cada persona afectada. Así que no dudes en contactarme si necesitas más informaciones o si quieres reservar un tratamiento de fisioterapia.

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